Se trata de una ruta turística de 10 kilómetros por el entorno natural de Grávalos, que permite visitar algunos lugares singulares vinculados a la etnografía y los usos de la vida tradicional, como la nevera, el lavadero y balsa de la Fonsorda, el Mirador de los Almendros y el nuevo balneario. El recorrido está señalizado, hay paneles informativos y se puede hacer andando o en vehículo, por caminos no asfaltados.
– La Nevera municipal es de principios del siglo XIX y conserva los arcos originales en piedra que sostenían el peso de la cúpula. Su función era conservar y almacenar la nieve para distribución del hielo, utilizado para conservar en buen estado los alimentos y para su uso terapéutico. Es un pozo casi cilíndrico, de muros y suelo empedrados, de grandes dimensiones, situado hacia el norte, sobre un cerro en las afueras del pueblo. La nevera ha sido rehabilitada en 2008 y se ha acondicionado el entorno como zona de recreo. Se puede acceder en vehículo o andando por camino sin asfaltar.
Si te interesa el tema de las neveras puedes ver un artículo en la revista Piedra de rayo (nº 23 – invierno 2007 página 24) titulado: «Pozos de nieve, un lujo muy frío» , escrito por Iñigo J. Ezquibela y Carlos Muntión, en el que aparece una fotografía de la nevera de Grávalos antes de su rehabilitación www.piedraderayo.es
– Lavadero Fonsorda: construido entre 1911 y 1914, de agua «más fina» para lavar la ropa que el otro lavadero de la plaza del pueblo. Se encuentra detrás del balneario, junto a una balsa de riego.
– Mirador de los Almendros: Situado sobre una extensión de 400 hectáreas de almendros, que permite una panorámica excelente sobre un mar de flores rosas y blancas, en las fechas de floración (febrero-.marzo) con intensa fragancia a miel. Desde aquí se puede llegar andando al Mirador de Peña Redonda.