Pates y embutidos Alto Iregua

Todo empezó con el paté casero, cuando los padres de la familia Maza, Félix y Felisa, elaboraban esa pasta de hígado de cerdo que ha dado nombre al paté de Cameros. Entonces tenían un rebaño de ovejas y abrieron la carnicería Maza, en un local próximo a la plaza de Ortigosa de Cameros.

Después vinieron los hijos y se plantearon el futuro del negocio. Algo había que hacer para quedarse en el pueblo. Eran tiempos difíciles, cuando Félix llevaba los cabritos y los corderos colgados del manillar y en la baca de la montesa. Aquellos recuerdos dieron paso a la nueva fábrica familiar en 1997 con la marca de Alto Iregua. Una marca que bien pudo ser Albercos, el río del barranco principal de Ortigosa, o Mojón Alto, la cumbre próxima más alta. Pero se quedó con el nombre del valle del río Iregua que recorre la Sierra del Camero Nuevo.

Un negocio familiar en el que ahora trabajan los hermanos Quique y Amaya y sus parejas Lorena y Manuel, además de otro hermano, Dani, que pastorea un rebaño de ovejas, y otra hermana, Pili, que lleva la contabilidad. Aquí elaboran los tradicionales patés variados y los embutidos propios de la gastronomía de matanza del cerdo: chorizo picante y salchichón; chorizo fresco y cular; lomo y cabezada embuchada; chorizo y salchichón de caza, de ciervo y de jabalí; panceta curada…

Entre las ventajas del consumo de los embutidos hay que destacar que son ricos en potasio, zinc, magnesio, fósforo y selenio; recomendado para personas con anemia por falta de hierro, y proporcionan energía para la actividad física…