La casa donde se ubican los dos apartamentos es un edificio de arquitectura típica camerana, con la piedra y la madera como elementos más significativos. Su construcción data de los primeros años del siglo XX, habiendo experimentado desde entonces varias reformas. Enclavada en pleno casco urbano, la casa está a un tiro de piedra de la plaza y de la iglesia de El Rasillo, los principales lugares de esparcimiento de los vecinos. El entorno es tranquilo.
Los dos apartamentos ocupan la planta primera y segunda del inmueble. Fueron reformados en el año 2007, pero respetando los elementos tradicionales que aportan identidad a la casa.
Cada uno de ellos consta de seis plazas. Se distribuyen en tres habitaciones dobles, salón-comedor, cocina y baño. Ambos son exteriores y gozan de magníficas vistas sobre el embalse González Lacasa y sobre las montañas.