Un paseo por Logroño

Un paseo por la ciudad de Logroño, por la mañana de un día soleado del mes de julio, permite disfrutar del colorido que muestran los puestos de frutas y verduras en la Plaza de Abastos y las fachadas de color mosto fermentado en la rehabilitada Casa de la Virgen, antiguo palacio renacentista de la familia de los Yangüas, rehabilitado como Centro de la Cultura del Rioja, en la esquina de la Rua Vieja y la calle Mercaderes, en pleno Camino de Santiago, frente a la bodega de Reja Dorada…

Ahora, de momento, este paseo puede comenzar en la calle Rodríguez Paterna, para observar base descubierta de la torre de la iglesia de San Bartolomé, tras la demolición de la residencia de los Jesuitas, adosada al templo, y donde se pueden apreciar ventanas románicas. Al otro lado, en la plaza, hay que mirar por encima los tejados de la iglesia y su portada historiada, desde un balcón de la Casa de los Periodistas.

Calle abajo asoma la aguja de la imperial iglesia de Palacio. Los peregrinos descansan o esperan sentados en la placita detrás del albergue, junto a la calle Mayor. Muy cerca se asoma la esquina embotellada del Centro de la Cultura del Rioja, aunque más abajo, por la calle Mercaderes, aparece la portada, el escudo y el balcón esquinero del antiguo Palacio de los Yanguas, hacia la calle Rua Vieja, por donde se puede observar el interior del patio que parece un frontón cubierto (El Centro está cerrado al público por reformas desde junio de 2016).

Por la plaza del Mercado, bajo los soportales, aparece azulona la casa del Corcho, y cruzando en diagonal hacia la calle Portales y Sagasta, entrar en la Plaza de Abastos para apreciar el colorido fresco de las frutas y verduras en los puestos, o salir por la puerta de Gallarza hacia la esquina de entrada a la calle Laurel, con ambiente relajado para disfrutar del café, el almuerzo y la conversación a mediodía, cuando todavía muchos bares del interior de la calle están cerrados o de vacaciones… y esa puerta roja con las letras del nombre del restaurante Cachetero, una casa de comidas de principios del siglo XX por donde han pasado personajes como Hemingway, Benavente, Celia Gámez, Anthony Quinn, Antonio Ordóñez… pequeñas historias de la ciudad.